Si pudiera contarlo: una entrevista imaginaria con un niño que aparece en una historia de recién nacidos
Las fotos de recién nacidos son recuerdos preciados para mamá y papá, pero ¿y si pudiéramos preguntarle al verdadero protagonista cómo fue esa experiencia? Imaginen dejar que el propio recién nacido hable, mientras nos cuenta con dulzura y franqueza sobre su primera sesión de fotos.
¿Cómo fue ese día?
Casi siempre dormía… pero me ponían una manta suave que parecía una nube. Cada vez que me arropaban, me sentía calentita y acurrucada. No había prisa, todo fluía lentamente, como una nana interminable.
¿Te acuerdas de los fotógrafos?
¡Eran tan silenciosos! Me movían muy despacio, como si fuera algodón de azúcar. Siempre me sonreían, aunque tuviera los ojos cerrados. Me hacían sentir segura, como si estuviera en los brazos de mis padres.
¿Qué opinas de tus fotos de recién nacido ahora?
Me hacen reír. Tenía la cara rellenita y parecía un pequeño rey. Hay una foto mía envuelta como un bulto, otra apoyándome en las manos: al mirarlas, casi siento que ya estoy contando una historia, aunque solo tenía unos días.
¿Estás contento de que tus padres hayan realizado este servicio?
Sí, para poder ver cómo era cuando llegué al mundo. Es como tener mi primer álbum de recortes. Mamá y papá me enseñan esas fotos de vez en cuando, y pienso: Era solo yo, pequeñita y ya tan querida.
¿Te sentiste cómodo?
¡Sí! El estudio era cálido y tranquilo, como si estuvieras en el vientre materno. Nadie tenía prisa y todo se hacía con calma.
¿Sentiste la presencia de mamá y papá?
¡Claro! Aunque dormía, sabía que estaban allí. Sentía sus manos cerca y su aroma... eso me hacía sentir aún más en paz.
¿Hubo algo gracioso?
¡Un poquito! De vez en cuando me ponían gorros graciosos o diademas suaves. Creo que mamá y papá se rieron suavemente, pero yo seguía durmiendo plácidamente.
¿Tuviste miedo en algún momento?
No, nunca. Todo era lento y delicado. Cada vez que me ajustaban, era como recibir una caricia. Y si lloraba, enseguida me alzaban para calmarme.
¿Qué es lo que más te gusta de tus fotos?
Cuentan lo pequeña y frágil que era... y cuánto amor ya me rodeaba. Cada foto es como un abrazo que dura para siempre.
Conclusión
A través de esta entrevista imaginaria, podemos capturar el espíritu de una sesión de fotos de recién nacidos: una experiencia serena, íntima y dulce, donde cada detalle está pensado para el bienestar del bebé y la tranquilidad de los padres. Un recuerdo que no solo recordaremos con el paso de los años, sino que lo reviviremos con todo el corazón.